Puntos de fuga
Entendemos que el arte puede ser un gesto celebrativo del mundo en que vivimos, pero también puede ser un acto de resistencia.
Concebimos el arte como un punto de fuga respecto de un sistema que pretende ser cerrado y de las estructuras que perpetúan la injusticia, violentando a quienes no caben en ellas. El arte tiene un enorme potencial liberador para quien lo crea y para quien lo contempla. La cultura, los roles y las ideologías, inicialmente pueden ser refugios, pero también son cárceles. A través de eventos artísticos, deseamos introducir puntos de fuga en el sistema, rupturas, que sepan a denuncia y que alteren la realidad, que introduzcan “lo otro”, lo nuevo, en ella.